10 actividades para educar a los niños en el respeto del medio ambiente
El Día Mundial de la Educación Ambiental se conmemora anualmente el 26 de enero buscando despertar la conciencia de las personas sobre los problemas ambientales, lo que les permite ser identificados tanto a nivel mundial como local.
La educación ambiental viene a crear conciencia en todas las personas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, de proteger la flora y la fauna de sus localidades y sumarse a las iniciativas mundiales. Además, también busca hacer presión a los gobiernos para que creen políticas que resguarden y protejan los entornos naturales así cómo den soluciones a las problemáticas medioambientales de su país.
El sitio web Ser Padres realizó una selección de actividades educativas que pueden fomentar este respeto, compromiso y valor por nuestro planeta. Si no educamos alas generaciones venideras no conseguiremos que el cambio sea real. Esta es una oportunidad excelente para aportar tu granito de arena al mundo, desde la educación, y contribuyas con una de las emergencias más evidentes que existen en la actualidad.
Juegos al aire libre
Una opción perfecta para que los niños aprendan a cuidar el mundo es jugando en su entorno. Juegos como el soga – tira, el escondite inglés o el polis y cacos ayudarán a que entiendan que la naturaleza es un medio más para ejercer nuestras actividades y se entusiasmarán por el planeta.
Fabricar juguetes reciclados
El consumo masivo de materiales como plásticos perjudica notablemente al medio ambiente. Por ello, hay que enseñarles a los niños desde pequeños el consumo responsable de sus objetos así como mostrarles que sus juguetes pueden tener muchas vidas y que pueden realizarse con distintos materiales que son buenos para el planeta. Así, puedes fabricar con bricks de leche y tapones de botellas un hospital con varias ambulancias, por ejemplo.
Enseñar a utilizar papel reciclado
Es común que los niños y niñas utilicen un montón de papel para divertirse, jugar, pintar y hacer diferentes manualidades. Por ello es importante enseñarles a tus hijos de dónde proviene el papel y cuánto cuesta conseguir el papel sin reciclar. Así, se sentirán comprometidos con la tala de árboles y se darán de cuenta de que se puede dar dos o más vidas al papel.
Enseñar que el agua se ahorra
Ayuda a tus hijos a entender la importancia que tiene dejar los grifos mal cerrados, ducharse en lugar de bañarse o lavarse los dientes en la ducha. Estas pequeñas acciones pueden ayudar a cuidar el planeta y controlar su consumo es esencial para los años que vienen.
Haz manualidades relacionadas con el planeta
Fomentar el cuidado del entorno en los niños a través de las manualidades siempre es una buena opción. De hecho, tan sólo deberás comprar plastilina de colores o imprimir alguna ficha para que coloreen el planeta, sus bosques y playas y conecten con la realidad del entorno en el que vivimos.
Recoge basura de los bosques
Enseñar a recoger la gran cantidad de desperdicios que hay en los bosques y playas es hacer clic en el cerebro para que cada vez que caminemos por un entorno natural y veamos un plástico, sea automático el recogerlo y llevarlo a la papelera más cercana. Cada granito de arena cuenta.
Realizar excursiones por el campo con amigos
El campo debe empezar a asociarse a diversión, entorno seguro y paz. Si además añadimos a estas emociones la ilusión de hacer planes con amigos los pequeños comenzarán a relacionar el campo o la playa con emociones positivas y enriquecedoras. Nunca está de más hacer una ruta, ¡por muy corta que sea!
Planta un árbol o haz jardinería
Para fomentar el amor por la naturaleza desde pequeños es primordial que aprendan el proceso de crecimiento de las plantas y ¡qué mejor forma de hacerlo que montando un taller de jardinería en casa! Enseñar a un niño o niña que a partir de una lenteja o un garbanzo puede salir un brote es una experiencia única para que entiendan como funciona la biología.
Enseña a reciclar cada material
Aprender a reciclar no es tarea fácil ya que hay varios tipos de materiales que debemos enseñar a los más pequeños. Sin embargo, empezar por lo orgánico y no orgánico es una buena manera de que ellos mismos clasifiquen las comidas que van ingiriendo y tengan la costumbre de no tirar todo a un mismo contenedor.
Enseñar las estrellas
Parecerá una tontería, sin embargo, enseñar las diferentes constelaciones que existen en el universo nos hace darnos cuenta de lo insignificantes que somos. Relativizar nuestra situación, analizar así como querer el planeta del que formamos parte es una actividad muy sencilla y a la vez enriquecedora.
Fuente: www.serpadres.es